¿No consigues quedarte embarazada?

16 de enero de 2025
Descubre las principales causas de infertilidad femenina y masculina y cómo abordarlas para optimizar tu fertilidad. Aprende a evaluar tu ciclo menstrual, mejorar tus hábitos de vida y realizar un chequeo preconcepcional completo. Conoce cómo el Método Sintotérmico puede ayudarte a identificar tu ventana fértil y mejorar la salud de tu ciclo menstrual.

Descubre las posibles causas de la infertilidad femenina

Cuando el embarazo no llega, es normal que aparezcan dudas, frustración e incluso miedo. Muchas mujeres y parejas se preguntan: ¿Por qué no puedo tener hijos? La realidad es que la fertilidad puede verse afectada por múltiples factores, mucho más allá de los estrictamente reproductivos. Conocer las causas más frecuentes de infertilidad femenina y también masculina, es clave para encontrar el acompañamiento profesional adecuado.

El primer paso para entender qué puede estar sucediendo, como os he contado anteriormente, es ampliar la visión y entender que hay que revisar y comprobar la salud mucho más allá de lo estrictamente reproductivo. La fertilidad es la consecuencia de un estado de salud suficiente. Además, de evaluar y garantizar la salud del ciclo menstrual y la espermatogénesis.

Hay que revisar con mimo desde los factores más simples (que muchas veces pasan desapercibidos) hasta aquellos más complejos. Todo lo relativo a la fertilidad masculina, merece un espacio propio y lo analizaremos en otro artículo.

En este artículo te guiaré por los pasos esenciales para identificar y tratar las posibles causas detrás de las dificultades en la búsqueda de embarazo.

1. Evalúa tu ciclo menstrual: la base de la fertilidad femenina

La salud del ciclo menstrual es uno de los principales indicadores de fertilidad. Si tienes dificultades para quedarte embarazada, hay que asegurar que cada una de las fases del ciclo se desempeñan de manera óptima en la mayoría de tus ciclos.

Aspectos clave para analizar:

Menstruación: ¿Tienes dolor menstrual? ¿tus sangrados son muy abundantes o demasiado escasos? ¿hay presencia de coágulos? Cómo son tus menstruaciones nos puede alertar de factores inflamatorios, desbalances hormonales o incluso enfermedades como la endometriosis que pueden estar comprometiendo tu fertilidad.

Ovulación: ¿Estás ovulando en tus ciclos? Que hayan sangrados no confirma la ovulación. Ni tan siquiera ver test de ovulación positivos. Necesitamos ver que tu folículo madura y rompe adecuadamente para liberar el óvulo, en un tiempo adecuado.

Fase lútea: ¿Es lo suficientemente larga y con la cantidad óptima de progesterona para permitir la implantación del embrión? Una fase lútea corta o deficiente puede ser una barrera.

Fase fértil: ¿Sabes identificar con precisión tus días más fértiles? Muchas mujeres desconocen cuándo están en su ventana de mayor fertilidad.

Aquí es donde el Método Sintotérmico (MST) se convierte en una herramienta valiosa. Consiste en observar y registrar diferentes biomarcadores de fertilidad, como la temperatura basal y el moco cervical / sensación vulvar, para poder identificar con precisión la ventana de fertilidad, confirmar la ovulación y sobretodo, evaluar la salud de cada una de las fases. Es una auténtica retransmisión en directo del día a día de lo que está ocurriendo en nuestras hormonas.

Gráfica de Método Sintotérmico

2. Revisa tus hábitos de vida

Nuestros hábitos de vida sumamente alejados de lo que nos cuida y nos nutre, es la primera causa de la disminución de la fertilidad tanto en mujeres como en hombres. A menudo, la respuesta a por qué una pareja no puede tener hijos se encuentra en un contexto pro-inflamatorio, una nutrición deficiente y niveles sostenidamente elevados de cortisol. 

Os cuento con más detalle:

Nutrición: comemos, pero no nos nutrimos. Tiramos de comidas elaboradas, consumimos productos con una densidad nutricional escasa, ultra-procesados que nos inflaman. Todo ello nos lleva a múltiples déficits de micronutrientes, a un estado pro-inflamatorio, e incluso alteraciones digestivas.

Ejercicio físico: el cuerpo está diseñado para moverse. El sedentarismo y la baja masa muscular, nos aleja de la fertilidad.

Estrés y sueño: El estrés crónico y la falta de descanso pueden desequilibrar el ciclo menstrual, impactando en tu capacidad para ovular correctamente y en la calidad de los óvulos.

Sustancias tóxicas: desde hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, drogas) a algo mucho más sutil y habitual en mujeres: los disruptores endocrinos presentes en los productos de higiene, cosmética o productos de higiene del hogar. 

3. Realiza un chequeo preconcepcional completo

Idealmente, deberíamos encontrar un profesional de la salud que nos hiciese un chequeo analítico completo antes, o en su defecto, una vez iniciada la búsqueda gestacional. De ambos.

Las comprobaciones que no pueden faltar son:

Perfil tiroideo completo, con anticuerpos: los desajustes en la función tiroidea, como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo, pueden dificultar la ovulación, la producción de progesterona y la implantación.

Metabolismo de la glucosa: una resistencia a la insulina es habitual en mujeres sobretodo con SOP, y puede actuar de disruptor de la función ovárica y de la fertilidad.

Metabolismo del hierro: tenemos que asegurar unos niveles óptimos tanto de hierro sérico como de ferritina.

Perfil hormonal completo: donde evaluamos el eje que regula el ciclo menstrual, así como otras hormonas como la prolactina o los diferentes andrógenos, entre el 2º y 5º día del ciclo. Para evaluar los niveles de progesterona, es imprescindible realizar la analítica entre el 7º y 8º día de fase lútea.

Perfil extendido de micronutrientes: revisamos vitaminas del grupo B (B12, folato, B6), vitaminas liposolubles (vitamina D, A, E), y otros micronutrientes (magnesio, zinc, selenio, cobre), así como los niveles de homocisteína o ácido metilmalónico. 

4. Debemos tener en cuenta la salud de todo el cuerpo

  • Alteraciones digestivas: desde la boca hasta el ano.
  • Patologías autoinmunes o inflamatorias
  • Problemas cutáneos: la piel es el lienzo donde se manifiestan muchos desajustes internos (problemas digestivos, inmunológicos, etc)
  • Alteraciones en la función hepática: sobretodo vinculado a las rutas metabólicas, claves para la salud hormonal
  • Salud mental

Todo ello son factores que a menudo pueden ser las causas de desajustes hormonales, disminución de la calidad ovocitaria o incluso interferir en el éxito en la implantación.

Conclusión: investigar todos estos factores desde el inicio es clave

La buena noticia es que en la mayoría de los casos todas estos factores que impactan en la fertilidad, pueden identificarse y tratarse con éxito. 

Si quieres que te acompañe en el proceso de revisar con mimo y precisión vuestra situación particular, estaré encantada de acompañaros en la consulta de fertilidad con el pack fertilidad en pareja o, a nivel individual, con el pack de primera consulta con dos seguimientos.

Si, además, quieres aprender a utilizar el método sintotérmico para optimizar la búsqueda y evaluar tu salud, te recomiendo mi Programa: Potencia y optimiza tu fertilidad en pareja.