La temperatura basal NO predice la ovulación
¡Me gustaría gritar esto a los 4 vientos!
Es súper frecuente caer en este error cuando se aprende el método sintotérmico de manera autodidacta, o mejor dicho, se empieza a chapurrear con lo que vamos leyendo en blog’s y foros.
La temperatura basal solo se altera con el efecto de la progesterona. Y esta hormona solo se produce en cantidades relevantes DESPUÉS de la ovulación.
Por lo tanto, la temperatura nos va a servir para:
- Confirmar la ovulación: cuando vemos 3 temperaturas altas consecutivas.
- Contar los días totales de la fase lútea: desde la primera temperatura elevada hasta la anterior a la siguiente menstruación.
- Ver que tenemos unos niveles suficientes de progesterona: al mantenernos por lo menos dos décimas por encima de la línea basal.
- Intuir que se ha producido un embarazo: cuando superamos nuestra duración habitual de fase lútea.
- Sospechar de un quiste ovárico: cuando superamos la duración habitual de la fase lútea y estamos seguras de que no ha habido oportunidad de embarazo, o el test de embarazo es negativo.
Por lo tanto…
En el contexto de buscar un embarazo, esperar a ver la elevación de la temperatura para mantener relaciones sexuales, es lo mismo que disparar cuando el platillo ya se ha estampado contra el suelo.
O tenemos la suerte de haber mantenido relaciones también los días previos porqué nos apetecía… o las oportunidades de embarazo son francamente escasas.
Y si nuestro objetivo es evitar un embarazo… básicamente no vamos a evitar nada.
Los parámetros que os informan del inicio de la fase fértil son el moco cervical y la sensación vaginal.
Y me diréis..
Y entonces, ¿cómo es que hay dispositivos carísimos (Daysy, LadyComp, Ava,…) que predicen la ovulación solo con la temperatura?
Pues bien, se basan en lo ocurrido en los ciclos anteriores como factor de predicción de lo que ocurrirá en los siguientes.
Si tienes la suerte de ser súper regular y tener una vida dentro de una burbuja que evite que ningún factor afecte a tu ciclo menstrual: bien, podría servir.
Pero eso es mucho suponer. La realidad es que estamos expuestas a muchas variables que son susceptibles de afectar a nuestra ovulación: estrés, viajes, una enfermedad, un desajuste hormonal, cambios en la alimentación o rutina de deporte,…
Estos dispositivos también son más restrictivos de lo que lo serían las conclusiones sacadas mediante el método sintotérmico: se curan en salud marcando más días “fértiles” de los que en realidad son. E incluso así puede ser que fallen. Nadie te asegura que no vayas a tener de repente una ovulación precipitada, o tardía.
Recomendación: invierte en conocimientos, no en dispositivos.
El conocimiento te acompañará para siempre.
“Pero me suena que en el método sintotérmico hay algo llamado Cálculo de Döring”
Cuando aprendemos el método sintotérmico de “doble-check”, incorporamos un par de cálculos estadísticos con el objetivo de AUMENTAR la fiabilidad de las interpretaciones.
Pero en ningún caso pueden sustituir aquello que observamos (moco, sensación, cérvix, temperatura) e incluso lo observado puede contradecir el resultado del cálculo.
La realidad supera la ficción.
Cálculo de Döring
Pues bien, para aplicar este cálculo debemos tener un mínimo de 12 ciclos registrados con la medición de la temperatura basal.
De esos 12 ciclos, nos fijamos cuál ha sido el que hemos tenido la subida de temperatura más precoz y nos quedamos con ese día del ciclo.
Vamos a suponer que en el ciclo 7, experimenté la subida más precoz de todas a día 15 del ciclo.
El cálculo de Döring nos dice que le restemos 8 días a la temperatura alta más precoz, por lo tanto:
Último día infértil: 15 – 8 = día 7
A principios del ciclo, nos marcamos el día 7 en el registro como último día infértil.
¡SIN EMBARGO! Si antes aparece moco cervical o sensación vaginal, ese será nuestro primer día fértil.
Es decir, nos sirve para tener una referencia de los patrones de los últimos 12 ciclos, pero nunca pasará por encima de aquello que nos pueda estar indicando nuestro cuerpo.
También existe el cálculo modificado de Ogino, que tiene la misma finalidad, pero este lo dejamos para otro día.
Espero que con este post se os hayan despejado todas las dudas, y si queréis aprender bien el método sintotérmico: ¡estoy a vuestra disposición!